Tener un sistema de instrucción interna es uno de los recursos más valiosos con los que podemos contar, no sólo porque nadie conoce mejor el negocio, los procesos y necesidades que nuestros colaboradores, sino también porque permite conservar y transmitir el conocimiento de la empresa, traduciéndolo en habilidades para el logro de los resultados deseados.
Los instructores internos son seleccionados por las diferentes áreas de la organización y capacitados para ejercer su función, por lo que su perfil debe ser coincidente con las siguientes características: